Una semana más, tenemos que lamentar un incidente bochornoso en un partido correspondiente a las categorías de formación. Sucedió el pasado sábado, cuando el padre de un integrante del equipo prebenjamín de la CD Cultural Palomera-Naranjo le propinó varios puñetazos al progenitor de un futbolista de la Fundación Lucena CF, en un encuentro de la decimotercera jornada del grupo II de la cuarta división prebenjamín de la provincia de Córdoba.
El lamentable incidente ocurrió durante el transcurso del choque disputado el pasado sábado a las 19:00 horas, en las instalaciones municipal del Naranjo. Según el diario ABC, el agresor (emplazado tras la portería del conjunto local), invitaba a gritos a su propio hijo y sus compañeros a emplearse con dureza frente a los adversarios, en especial al número 11 de la Fundación Lucena CF, hijo de la víctima («entradle fuerte, endiñadle, ahora le das, pegadle»).
Según los testigos consultados por el diario cordobés, Rafael Roldán de la Rúa (que se encontraba en la banda) afeó al hombre su conducta y le dijo que ese «no es el ejemplo» que se debe transmitir a los niños. Inmediatamente, el agresor recorrió 30 metros para propinarle varios puñetazos tanto en la cara como en el cuerpo. El árbitro, tras ver lo ocurrido, paralizó el partido (que iba 0-8 a favor del equipo visitante) mientras los niños de ambos equipos lloraban al ver el rostro y manos ensangrentadas del hombre agredido.
Una acción injustificable, denunciable y condenable que demuestra la necesidad de seguir trabajando para reinstaurar y promover los valores de formación, deportividad, respeto y convivencia que hay que inculcar a los deportistas más jóvenes y, por supuesto, a sus padres.