El ‘karma’ no perdona los despistes, mucho menos en el fútbol. Una dura lección que aprendió el portero del CF Torre Levante Orriols, que se medía el pasado domingo en la gran final del torneo Safor Cup al Hércules CF en categoría Alevín Segundo Año.
En uno de los lanzamientos desde el punto de penalti, una vez el partido había terminado en empate, el meta detuvo el disparo con reflejos felinos y corrió a celebrarlo con sus compañeros. Sin embargo, en un giro de guión inesperado, el rechace botó con efecto en el suelo y lentamente se introdujo en la portería. ¡Gol! El lanzador, hundido tras fallar el tiro, lo celebró a lo loco con sus compañeros del Hércules, mientras el portero y su equipo miraban con incredulidad.
Como reconoce Carlos Parrilla, coordinador del Torre, «en la vida nunca hay que dar nada por sentado». Una lección para el portero alevín del Torre Levante que, sin embargo, no empañó el final del torneo para su equipo en Gandía: pese a la carambola que acabó en gol, el Hércules volvió a fallar y el equipo del Cap i Casal conquistó el trofeo de campeón.
En resumen, una copa merecida, un penalti más que extraño, una lección de fútbol para el portero y una imagen más que curiosa.